Dejad que los niños se acerquen a
internet. En la Red, los pequeños se acostumbrarán al entorno digital
antes de que pierdan los dientes de leche y, mientras tanto, encontrarán
recursos infinitos para su educación a un solo par de clics. Lo único
que hay que tener en cuenta es que naveguen por contenidos apropiados
para su edad y eso no implica convertir a sus padres en guardas de
seguridad.
Hay una herramienta que puede filtrar por ellos: Bunis, el Google para niños ‘made in Spain’.
“Es un buscador seguro que evita mostrar
resultados no aptos para menores, como contenido pornográfico, violento o
con palabras malsonantes”, cuenta su creador, el ingeniero informático Emilio López.
Detrás de los simpáticos monstruitos que
dan la bienvenida a los pequeños usuarios de Bunis hay un completo
sistema de filtros que se encarga de mostrar a los menores la cara más
amable de internet o, al menos, de ocultar la menos apropiada para su
edad.
Cuatro filtros para un resultado seguro
Bunis, que lleva en marcha solo un par de
meses, utiliza en realidad el motor de búsqueda de Google. Sin embargo,
la misma búsqueda puede no dar los mismos resultados en ambas páginas,
ya que en Bunis intervienen hasta cuatro filtros. “El primero compara
los términos de búsqueda con una base de datos con miles de palabras
prohibidas y, si alguna coincide, no seguirá realizando la búsqueda”,
explica López.
Si la búsqueda supera este primer filtro sin problemas, todo sigue su cauce. Llega el momento del segundo filtro, el de Google. Su nombre es Google Safe Search
y su labor es excluir de los resultados aquellas webs que conduzcan a
imágenes, vídeos y cualquier otro tipo de contenido sexual explícito.
Google se encarga así de limpiar algo más la búsqueda para que los niños
no encuentren lo que no deben. Y la limpieza no acaba aquí.
Tras la base de datos y la limpieza de
Google, Bunis aplica dos filtros más. “El tercero sirve para comprobar
que la web que nos devuelve el motor de búsqueda no está en otra base de
datos en la que hay sitios web con contenidos no aptos para menores”,
cuenta su creador. Solo queda un filtro: los resultados de la búsqueda
que han superado todos los anteriores vuelven a ser cotejados con la
primera base de datos, para que ninguna palabra malsonante aparezca ante
los ojos de los niños.
Padres a la caza
A pesar de estos cuatro
filtros, Emilio López reconoce que no es “seguro al 100%, porque no hay
nada tan seguro”. Para que Bunis mejore y sea más fiable, el papel de
los padres es fundamental, ya que las bases de datos (la de palabras y
la de sitios web con contenido inapropiado) “se actualizan a diario con
los aportes que nos hacen los padres a través del formulario“.
De esta forma, si los padres localizan términos que escapan a los
filtros o sitios web que no deberían aparecer como resultado en Bunis,
solo tienen que denunciarlo para que el buscador sea más efectivo.
Bunis no es el único buscador infantil en
castellano. Sin embargo, mientras el buscador de los monstruitos
multicolor utiliza esos cuatro filtros, el resto de buscadores se limita
a filtrar el contenido tan solo con la herramienta de Google o,
directamente, reducen internet a unos pocos sitios web. “Algunos
buscadores infantiles no realizan una búsqueda real en internet, sino
que la hacen en un número limitado de webs que son seguras y dejan fuera
a otras muchas”, explica López.
Pequeños monitorizados
La vigilancia sigue siendo importante.
Bunis está pensado para niños entre 6 y 9 años y, a esas y otras edades
más tempranas aún, confiar tan solo en un buscador infantil no es
suficiente, pero no siempre es posible vigilar de forma constante qué
webs visita un niño.
Por eso, una de las herramientas en las
que trabajan los creadores de Bunis es un panel de control que les
permita a los padres registrar las búsquedas de sus hijos con todo lujo
de detalles. Al igual que Google anota cada paso que damos con su buscador,
Bunis informará a los padres sobre lo que buscan sus hijos, cuáles son
las búsquedas más repetidas y cuáles han sido bloqueadas por los
filtros.
Los más pequeños saben manejar una tablet
antes de poder leer un libro. Pero tampoco es necesario que conozcan
tan pronto todos los rincones de la Red. Dejad que los niños se acerquen
a internet, pero cuidando su seguridad.
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