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1. APROXIMACIÓN INICIAL Y OBJETO
No es una moda pasajera, a la vista de
su pervivencia y grado de generalización. En distintas versiones y
formatos de papel, el portafolios ya está entre nosotros, desde hace más
de 50 años, de la mano de profesionales de las artes plásticas o
dramáticas y también de la Arquitectura o la Ingeniería, con el fin de
dar muestra de sus productos y proyectos.
En ocasiones, los portafolios se
utilizaban con otros fines muy concretos, tales como difundir la
información correspondiente a las fiestas patronales de una determinada
ciudad y se distinguían del programa festivo —que, obviamente, era una
de sus secciones— porque proporcionaban, mediante apartados distintos,
otros contenidos de diversa índole: anuncios, fotografías de eventos
festivos a lo largo del año, noticias relacionadas, etc.
Actualmente, el uso del portafolios en
formato electrónico, mediante técnicas muy variadas de las tecnologías
de la información y la comunicación, está ya tan extendido, que puede
decirse que se distribuye por la mayoría de países en los que tiene
presencia la denominada cultura occidental.
Por eso, el e-portafolios está llamado a
ser un instrumento tan habitual como ya lo han sido el libro, los
diarios de noticias, el reloj, el automóvil o los receptores de radio y
TV.
De este modo, el presente artículo,
además de la promoción del e-portafolios, como herramienta didáctica
heredera de otras anteriores, pizarra individual de los/as aprendices,
libreta de clase, cuaderno de apuntes o curriculum vitae, tiene
por objeto describir una estructura recomendable para el mismo, sí como
hacer una propuesta sobre un procedimiento de implantación en cualquier
ámbito de Educación, Enseñanza o Formación, a partir de la segunda
infancia.
Estas propuestas no son más que otro
intento de dotar de operatividad al paradigma del aprendizaje de
competencias, por considerar que el portafolios de aprendizaje y
desarrollo es uno de los recursos didácticos más genuinos del referido
paradigma, por su facultad de integrar elementos del proceso de
aprendizaje, de la reflexión metacognitiva acerca del mismo, y de la
evaluación y reconocimiento de los productos y resultados de una
persona, por parte de un tercero, claves esenciales de la propia
definición del concepto de
competencia.
2. PORTAFOLIOS INDIVIDUALES DE COMPETENCIA
El e-portafolios, que se pretende promocionar ahora, es una carpeta o archivo, creada y gestionada en el entorno web,
mediante una versión 2.0, o superior si la hubiere, en la cual cada
persona puede ir acumulando y reorganizando diversos documentos
escritos, gráficos o audiovisuales sobre su proceso de aprendizaje y
trayectoria académica o profesional.
El paradigma del aprendizaje
competencial implica la necesidad de mostrar evidencias de los
desempeños competentes, siendo el e-portafolios una herramienta muy
eficaz para ser utilizada a lo largo de la vida para cualquier programa
de aprendizaje, porque, además de los esfuerzos de reflexión
metacognitiva que supone, permite tener actualizada al día la cartera
de las propias credenciales, una de cuyas consecuencias importantes es
el empoderamiento de las personas para enfrentarse a los retos, cada vez
más difíciles, de la sociedad extremadamente competitiva en que
vivimos.
La presentación de un modelo de
portafolio, además de la descripción de su enfoque y alcance, requiere
exponer en detalle la tipología a la que pertenece, sus especificaciones
acerca del método y la construcción de la herramienta, las utilidades a
las que responde y sus ventajas e inconvenientes.
Un e-portafolios individual de
competencia faculta la integración, dentro del mismo, tanto de la
funcionalidad del cuaderno de trabajo o carpeta de apuntes, como de la
propia del convencional curriculum vitae, superando así las
primeras clasificaciones que distinguían los portafolios de aprendizaje
de los portafolios de desarrollo profesional.
Los criterios básicos de construcción
del portafolios individual de competencia deben de facilitar las
siguientes funciones a su autor/a, así como para cualquier otro tipo de
usuario, con los perfiles que les correspondan: a) Rescatar cualquier
archivo en los formatos escritos, gráficos o audiovisuales de uso más
generalizado; b) Diseñar y editar cualquier contenido en los formatos
habituales, con posibilidad de adjuntar los archivos rescatados; c)
Compartir mediante redes internas y redes sociales, con las debidas
reservas, los contenidos del portafolios; d) Evaluar y aportar la
retroalimentación relativa a los contenidos del portafolios; e) Hacer
viable la concurrencia entre parte de la información contenida en el
portafolios y los sistemas de registro utilizados por la institución a
la que pertenece el portafolios. En forma resumida, la entidad crea,
gestiona y evalúa el portafolios y el/a autor/a de cada uno diseña y
cumplimenta su propia carpeta, aporta muestras y pruebas, distribuye la
información e interactúa con terceras personas. Por tanto, este
instrumento supera con creces a todos aquellos de los que es heredero,
puesto que los suple de manera conjunta y, además, con las oportunidades
añadidas que ofrece de actualización continua e interacción inmediata
3. VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL USO DEL PORTAFOLIOS
La literatura especializada refiere
muchas fortalezas y oportunidades asociadas a este tipo de práctica, así
como notables debilidades e, incluso amenazas, que en este apartado se
tomarán en consideración.
No obstante, el provecho más importante
de todas las ganancias del portafolios, con independencia de su
tipología y utilidades, hay que situarlo en la generación, habituación y
alimentación del empoderamiento personal y la autoestima de la persona
autora del mismo, por la necesidad de autorreflexión constante que
implica. Por eso es conveniente iniciar la experiencia a una edad
temprana —a ser posible en la segunda infancia, como ya se ha dicho— y
fortalecer los hábitos metacognitivos de introspección o relación con el
conocimiento anterior, y uso de estrategias de autoorganización a lo
largo de toda la vida. Las personas debemos considerarnos competentes
para hacer algo concreto y manifestarlo sin reparos, cuando sea
oportuno. El e-portafolios individual de competencia es un recurso
magnífico para esta finalidad.
Algunas de las ventajas que se citan en los estudios sobre el tema son:
- Alta capacidad de almacenamiento.
- Gran flexibilidad para la búsqueda de la información.
- Amplias posibilidades de interacción y cooperación entre iguales y de asesoramiento por parte de personas expertas.
- Mejora de la fiabilidad y validez de las evaluaciones a realizar mediante rúbricas.
- Óptimo recurso de promoción o publicidad de las propias
competencias, con la facilidad añadida de mostrar evidencias y ejemplos
de buenas prácticas.
En relación con las limitaciones o debilidades de esta herramienta se citan las siguientes:
- La resistencia que supone el inicio de la actividad, tanto para los
futuros/as autores/as, como a los/as responsables de la evaluación. En
los primeros es el hecho de tener que habituar el pensamiento reflexivo y
la sistemática de la cumplimentación de los formularios, etc., mientras
que en los segundos es la falta de confianza en la validez de lo que
hacen. Por eso se recomienda comenzar en edades tempranas, mediante
aplicaciones informáticas muy sencillas, y haciendo un esfuerzo para la
supervisión sistemática del desarrollo del programa del uso de
portafolios.
- La exigencia de un tiempo de dedicación, que pudiera estimarse
excesivo, desde una perspectiva eficientista. Para evitar esta
dificultad hay que controlar al máximo el diseño, restringiendo el
volumen de información y las condiciones de recogida, difusión e
interacción con terceras personas.
- Asimismo, es preciso lograr un equilibrio entre la versatilidad del instrumento y la capacidad de personalización del mismo.
- Además, es necesario un consenso básico entre todos los agentes y
usuarios, relativo a la terminología, el contenido y los criterios, para
evitar un foco de tensión permanente respecto a las distintas
interpretaciones que pudieran hacerse.
4. CONTENIDOS DEL PORTAFOLIOS DE COMPETENCIA
Dos son las categorías para distinguir
los contenidos de un portafolios, por una parte la que corresponde a los
soportes y formatos de la información y, por otra, la relacionada con
la naturaleza de la referida información.
- Como ya se ha dicho, un portafolios es un dossier gestionado por
medio de un software informático, que facilita la acumulación,
reorganización, difusión y evaluación de información sobre el
aprendizaje y la competencia de una persona. Para ello, el portafolios
emplea una combinación de recursos electrónicos tales como programas
hipermedia, bases de datos, wikis, blogs, archivos de texto o
archivos audiovisuales variados. En la actualidad, para el trabajo con
un e-portafolios, hay una tendencia a utilizar el modelo de wiki, o sitio en el entorno web, posible de editar y reconstruir por varios usuarios.
- Respecto a la naturaleza de la información contenida en un
portafolios de competencia, esta puede ser muy variada. No obstante, los
contenidos versan sobre tres tipos, unos tienen que ver con las
materias de aprendizaje del plan de estudios correspondiente, otros con
las credenciales y los archivos que muestran la evidencia de los
distintos grados de competencia que va logrando la persona autora del
portafolios, así como sus reflexiones sobre su propio proceso de
aprendizaje, y otros tratan sobre los elementos de retroalimentación
recibida de parte de terceras personas, como profesores/as, tutores/as o
distintas instancias del ámbito de la orientación escolar o
profesional.
De una revisión de la literatura sobre
los portafolios, en el ámbito que nos ocupa, cabe deducir una doble
tipología, los portafolios de aprendizaje y los portafolios de
desarrollo de competencias o profesionalidad. Sin embargo, desde la
perspectiva de los procesos de aprendizaje basados en el paradigma de la
competencia, es preferible asociar estas 2 esferas desde el principio,
al menos, hasta que finalicen todas las etapas de las enseñanzas
académicas oficiales, con el fin de que el alumnado adquiera un hábito
consolidado para relacionar el desarrollo de su cualificación a lo largo
de la vida con determinadas vías o alternativas de dedicación en el
futuro profesional. Tal vez, a medida que la persona vaya progresando en
el campo ocupacional, irá reduciendo sus experiencias de aprendizaje y
esta deflación será constatable en su portafolios de competencia.
En la siguiente sección, dedicada a la
estructura del portafolios, se podrán observar las relaciones entre
distintos elementos de estos dos ámbitos, ya que los logros del
aprendizaje tendrán un reflejo en los contenidos que la persona elige
para mostrar su cualificación y competencia. El portafolios de
competencia ofrece la oportunidad de incluir tanto reflexiones
personales, como descripciones sobre la experiencia del/a titular,
pudiendo adjuntar documentos y credenciales de cualificación,
reproducciones de eventos, actuaciones, productos, e incluso referencias
aportadas por terceras personas.
5. ESTRUCTURA Y FUNCIONALIDADES DEL PORTAFOLIOS
La estructura de los e-portafolios debe
permitir la interacción entre distintos ámbitos de una arquitectura
informática básica, destinada a la gestión de información de entrada y
salida, relación con terceras personas, bien sean pares, proveedores o
agentes de evaluación, y la propia evaluación de los productos del
portafolios.
El e-portafolios de competencia, en
consonancia con lo explicado en la sección anterior, tendrá 2 áreas
claramente diferenciadas, la que corresponde a los instrumentos de
aprendizaje, complementaria y, en cierto modo sustitutiva de los
cuadernos de clase, cuadernos de trabajo o de apuntes, organizados por
materias, asignaturas o áreas de conocimiento, y una segunda, que
podríamos identificar como de reconocimiento de cualificaciones,
competencias o área curricular.
Los elementos de la arquitectura digital
que se proponen, con independencia del soporte informático que se
hubiera elegido para su diseño y gestión, son los siguientes:
5.1 Gestor de datos y usuarios
Se destina a la identificación de datos
sobre las personas que vayan a utilizar el sistema y búsqueda de
portafolios ya editados. Naturalmente tendrá perfiles muy variados,
entre otras cosas, porque afecta a las dos áreas ya referidas.
5.2 Sección de diseño
Mediante esta mesa de trabajo,
el/a titular de un e-portafolios crea, elabora y almacena en carpetas
los correspondientes ejercicios o productos. En el ámbito del
aprendizaje podrán crearse distintas subcarpetas para asignaturas y
tipos de tareas variadas. Análogamente en el apartado curricular también
cabe la posibilidad de crear, ordenar y gestionar diferentes informes
para dar muestra de los recursos de competencia propios, adaptándolos,
en cada circunstancia, a las características y exigencias del contexto.
5.3 Guía de uso
Tiene 2 servicios claramente
identificados, uno de ayuda al/a titular, para que pueda crear, difundir
y actualizar sus producciones y otro destinado a los/as agentes de
docencia, evaluación y orientación.
5.4 Consultas de trabajo
Mediante este dispositivo las personas
titulares del e-portafolios podrán buscar la información sobre
procedimientos y criterios necesarios para la elaboración de sus
informes, así como los formularios estructurados que se requieran en su
caso. Por otra parte, también podrán recuperar informes anteriores, ya
editados, para su examen o modificación. Igualmente, a los/as agentes de
evaluación se les facilita el rescate de los portafolios, para su
revisión, calificación y tareas de orientación.
5.5 Canal informativo
Esta es la vía de acceso a varios
buscadores, para facilitar a cualquiera de los usuarios la información
de carácter general o especializada, que, según los casos, se necesite
para el trabajo en el e-portafolios.
5.6 Canal de interacción
Esta vía de salida y entrada incluye 2
funcionalidades diferentes, una es la difusión de las producciones del
portafolios, en cualquiera de sus dos ámbitos, de aprendizaje o de
promoción curricular, y otra la función de retroalimentación, evaluación
y reconocimiento de los/as agentes de evaluación.
Por ello, su interfaz procurará
diferenciar con claridad lo que es el dispositivo de publicación e
intercambio a nivel informal, del previsto para la evaluación, al que
corresponde un perfil de usuario más específico.
En resumen, un e-portafolios de
competencia hace posible la creación, elaboración y gestión documental
en el entorno de las tecnologías de la información 2.0 o versiones
superiores. Igualmente gestiona la difusión de sus contenidos y la
interacción con terceras personas, entre las que cabe distinguir los/as
agentes de evaluación y reconocimiento de la competencia. Estas
posibilidades de uso confieren al e-portafolios el atributo de
constituir una herramienta objetivamente muy eficaz para el aprendizaje y
el desarrollo personal a largo de toda la vida.
Por tratarse de un instrumento de cierta
complejidad, se recuerda, una vez más, la conveniencia de iniciarse en
su manejo en una edad relativamente temprana, debiendo desarrollar y
mantener este hábito durante todas las etapas de la enseñanza.
6. PERFIL DE COMPETENCIAS PARA UN RENDIMIENTO ÓPTIMO
La utilización óptima del e-portafolios
de competencia requiere un nivel variable de competencias digitales, que
oscilan de un grado básico a uno intermedio en las áreas de
información, comunicación, creación de contenido, seguridad y solución
de problemas.
Por tanto, a las oportunidades que el
e-portafolios ofrece de por si, como herramienta didáctica, que tiene
sus propios objetivos, hay que añadirle la ventaja que supone para el
desarrollo progresivo de estas competencias instrumentales, a saber:
6.1 Información
Abarca la competencia para identificar,
localizar, acceder, recuperar, almacenar, organizar y analizar
contenidos en línea, al servicio de las necesidades del aprendizaje. El
e-portafolios supone un grado de exigencia intermedio.
6.2 Comunicación
Consiste en la competencia para
compartir información, interactuar con otras personas, participar y
colaborar con ellas mediante redes sociales, así como respetar unas
normas de conducta adecuadas en las interacciones virtuales. Es preciso,
también, un grado intermedio en esta competencia.
6.3 Creación de contenido
Un grado básico es suficiente para las
labores de producción en distintos formatos, edición, reelaboración y
programación de contenidos necesarios en un e-portafolios de
competencia.
6.4 Seguridad
La protección de los dispositivos, de
los datos personales, de la salud y del medioambiente necesitan un grado
intermedio de competencia, sabiendo establecer una medidas mínimas en
el uso seguro y sostenible de esta tecnología.
6.5 Solución de los problemas de la herramienta
A excepción del perfil de administrador,
el grado de exigencia en materia de identificación de recursos
digitales y solución de los problemas del software de soporte del
e-portafolios es muy básico.
Al observar los anteriores componentes
del perfil necesario para la utilización del e-portafolios de
competencia, es notorio que de la implantación y desarrollo de esta
metodología, se deriva toda una serie de objetivos didácticos, dentro de
cada área de competencia digital. Por tanto, habida cuenta que las
competencias digitales tienen su espacio dentro de los currículos de
enseñanza, a partir de la segunda infancia y hasta la edad adulta, tales
objetivos son objeto de programación en cada ciclo de aprendizaje.
7. PROCESOS DE IMPLANTACIÓN DEL e-PORTAFOLIOS
La decisión sobre el empleo de esta
herramienta puede adoptarse tanto a título individual como colectivo, si
bien lo cierto es que su efectividad se multiplica enormemente cuando
se trata de una experiencia compartida en un entorno de aprendizaje
colaborativo.
Como cualquier otro recurso didáctico en
manos de docentes responsables, su manejo ha de estar absolutamente
automatizado. O sea, los/as profesionales de la docencia deben de
alcanzar un grado notable de pericia y agilidad, que haga factible la
transmisión de este hábito al alumnado. Por tanto, el primer proceso
consiste en elegir un sistema, interfaz o plataforma adecuada para su
propio portafolios de desarrollo profesional, adquirir, por medio de un
programa formativo, las competencia básicas y realizar las prácticas
oportunas durante un periodo no inferior a 6 meses, antes de proceder al
diseño e implantación del sistema entre el alumnado.
El segundo proceso es que el colectivo
de docentes de una entidad analice las diversas posibilidades que se
ofrecen, eligiendo el sistema y formato concreto que destinarían para el
trabajo con los/as aprendices. Dentro de este segundo proceso habrá que
incluir todas las operaciones de preparación de la herramienta, con las
especificaciones, dispositivos y reglas de configuración que fueran
necesarias. Los dos productos de este proceso son la estructura del
e-portafolios y su guía de uso.
La introducción del e-portafolios de
competencia en las prácticas del alumnado es otro proceso progresivo,
primero para algunas tareas de una determinada materia. Los mejores
productos de este proceso son, por si mismos, susceptibles de muestra y
difusión, a través de medios diversos. Esta es una estrategia similar a
las utilizadas por C. Freinet ya en la década de los años 40 del siglo
pasado, mediante sus proyectos de exposiciones, revista o radio escolar.
Una vez adquirida y consolidada la destreza del manejo de la
herramienta, es posible generalizarla a otras materias del plan de
estudios.
El último salto es dar paso al segundo
apartado del reconocimiento de la competencia del e-portafolios. El
producto más sencillo es la elaboración de un primer curriculum vitae
personal, independientemente de la finalidad y la edad de su autor/a.
Paralelamente, esta práctica irá desencadenando, de manera paulatina, la
introspección o autorreflexión metacognitiva sobre cuestiones
relacionadas con el propio aprendizaje, la motivación y el desarrollo
continuo.
8. CONCLUSIONES
La utilización de portafolios para la
gestión del aprendizaje, por parte del alumnado, a nivel individual y
colectivo no es una práctica particular ni exclusiva del paradigma de la
enseñanza basada en el desarrollo de competencias.
Ahora bien, ante el reto de tener que
operativizar los postulados del referido paradigma, en este artículo han
tratado de exponerse las oportunidades, procesos básicos y criterios
que lo justifican, como recurso didáctico apropiado y coherente con el
paradigma citado.
A continuación se resumen algunas consideraciones:
- A lo largo de todo el artículo se han resaltado suficientemente las
cualidades del e-portafolios, como recurso operativo del aprendizaje y
el desempeño competente, su potencialidad para el desarrollo de hábitos
metacognitivos de autorreflexión y autoorganización, así como las
fortalezas del portafolios respecto a la promoción de los propios logros
y recursos de talento.
- No obstante, hay que admitir que su empleo en instituciones de
enseñanza está condicionado por el grado de madurez tecnológica de cada
centro, que, como mínimo, debe disponer de una infraestructura básica y
de unos perfiles docentes, de competencia digital, de usuario medio.
- Ahora bien, reconociendo que, en la actualidad, tal vez haya algunos
centros que todavía no cumplan estas condiciones, las posibilidades de
utilización del e-portafolios de competencia, a medio plazo, estarán
absolutamente generalizadas.
- Cierto es que el uso de este tipo de portafolios plantea al personal
docente un reto en una triple dirección. En primer lugar, como ya se ha
dicho, debieran logar un grado de competencia digital intermedio, a
nivel de usuario, y algunas personas un grado avanzado para el rol de
administrador. En segundo lugar, es preciso optar por este recurso
tecnológico, eligiendo el software, diseñando el interfaz apropiado y
logrando que el alumnado pueda utilizarlo con normalidad. Finalmente,
debe realizarse el oportuno seguimiento hasta que todo el alumnado
consiga y mantenga el hábito correspondiente.
De todas formas, este recurso didáctico a
la larga se generalizará, por exigencias del propio desarrollo
tecnológico. Entonces, se podrá realmente constatar su gran valor.